La ayuda mutua entre las iglesias

Las palabras «unos a otros» aparecen cien veces en el Nuevo Testamento. Sin embargo, la asistencia mutua entre las iglesias puede ser algo poco visto en una cultura norteamericana que valora la independencia por encima de la interdependencia.

Durante un glorioso día, la Iglesia de Dios Real Life, de East Petersburg (Pa.) fue la atónita (y agradecida) receptora de esta ayuda mutua entre iglesias.

Esta pequeña iglesia, con una asistencia de treinta y cinco a cuarenta personas a sus cultos, tiene unas buenas dependencias con espacio amplio para la iglesia, un centro comunitario y un café-panadería. Con unos recursos limitados, la iglesia ha luchado para mantener, reparar y poner al día el edificio.

Dejando de lado el orgullo, Real Life les pidió a las iglesias cercanas que enviaran voluntarios para un día de trabajo. Los pastores informaron a sus iglesias. Los obreros cualificados reclutaron equipos. Un decorador de interiores, dos pintores profesionales y un chef ofrecieron voluntariamente sus servicios. Y la gente de Real Life se movilizó para estar preparada.

Al llegar el día de trabajo, cincuenta y ocho voluntarios se unieron en Real Life para raspar, lijar, pintar, desmantelar, edificar, recortar, cocinar y limpiar. Llegaron de catorce iglesias diferentes, ocho iglesias hermanas y seis de otros grupos, en una manifestación de apoyo entre iglesias.

El resultado (y los proyectos terminados) fue algo superior a todo lo que Real Life esperaba o se imaginaba. El líder coordinador dijo: «Yo sé que Dios puso en movimiento… algo que solo podía suceder con la dirección de Él, y no con la mía, y somos bendecidos, porque lo hemos escuchado a Él».

¡Cuando el pueblo de Dios de dentro (y entre) las iglesias se presenta para ayudarse mutuamente, suceden grandes cosas! (Vea Hageo 1:14, 2 Corintios 8:1-5 y Filipenses 4:14-20).

Algunos de los voluntarios en el día de trabajo (no aparecen todos).