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esperanza para las iglesias agobiadas 

Las tierras húmedas

Las tierras húmedas son lugares donde el suelo está saturado de agua. Los estanques, las ciénagas, los lodazales, los deltas de los ríos y las zonas con tendencia a sufrir de inundaciones, son todos tierras húmedas. 

 

Lejos de carecer de utilidad, las tierras húmedas se encuentran entre los más productivos de todos los ecosistemas. Sostienen grandes concentraciones de vida salvaje. Les sirven de criaderos a un gran número de especies. Proporcionan filtración para el agua, protección contra las inundaciones y control de la erosión, todos ellos parte integral del bienestar general de las cuencas.

 

Entre todos los ecosistemas, las tierras húmedas son las más vulnerables ante el deterioro. 

 

Las iglesias más pequeñas son las tierras húmedas de la Iglesia. En comparación con otras iglesias, parecen menos productivas y con frecuencia se las subestima. Muchas se hallan en peligro a causa de la erosión y la decadencia. 

 

Sin embargo, las personas que están en las iglesias más pequeñas practican y aprenden un alto nivel de vida en comunidad. Pueden usar sus dones, aunque no hayan tenido entrenamiento, dentro de un contexto de gratitud. Este es un ambiente fértil para levantar obreros de iglesias que podrían terminar sirviendo a la comunidad más amplia. 

 

¿Acaso será que permitir que las iglesias más pequeñas languidezcan puede afectar de manera negativa a toda la Iglesia? El apóstol Pablo insiste en la necesidad de honrar y cuidar aquellas partes de la iglesia que parecen ser las más débiles: «Si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él» (Vea 1 Corintios 12:12-26.) 

 

Normalmente, les aplicamos este pasaje a las personas individuales. No obstante, ¿acaso esta preocupación apostólica no comprende también a las iglesias más débiles de nuestra zona, o las que se hallan dentro de una comunidad de fe mayor? 

 

Como los esfuerzos destinados a proteger y restaurar las tierras húmedas, de hecho, los empeños dedicados a estimular y revitalizar a las iglesias más pequeñas ayudan a fortalecer la vida y la misión de toda la Iglesia. 

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