Apóstol de la Consolación

​

En los primeros tiempos de la Iglesia, Bernabé era conocido por su capacidad para consolar, su generosidad, su fe y su sensibilidad hacia el Espíritu Santo (Hechos 4:36-37; 11:24). Tenía un don especial para mover a la esperanza, a la seguridad y a la valentía, y para ayudar en nuevas empresas.

 

Cuando se formó un grupo de creyentes en Antioquía, una ciudad lejana, Bernabé fue enviado para darle forma de iglesia a este grupo recién formado. Él animó a los creyentes, reclutó a un ayudante y alimentó una visión que moviera a salir más allá de aquel lugar (Hechos 11:19-30).

 

Esa empresa tuvo por resultado una iniciativa más amplia para comenzar nuevas iglesias, en la cual Bernabé trabajó junto con Pablo (Hechos 13-14). Bernabé, activo promotor del desarrollo de las iglesias (Hechos 15:1-38), también era ardiente a la hora de consolar, dar mentoría y, cuando era necesario, defender a los líderes que iban surgiendo (Hechos 9:26-27; 15:36-39).

 

Por su labor dedicada a extender y fortalecer a la Iglesia, Bernabé fue reconocido como apóstol (1 Corintios 9:1-6). Con su impacto formativo sobre el apóstol Pablo y el evangelista Juan Marcos, también contribuyó a la redacción de una gran parte del Nuevo Testamento: el evangelio de Marcos y las epístolas de Pablo.

 

Inspirado por este apóstol de la consolación, tengo la esperanza de servir hoy a la Iglesia como lo hizo él en sus días. Por eso tengo el gusto de presentar como escenario de este servicio, un ministerio llamado «Barnabas Initiatives», «Iniciativas Bernabé».  

 

La razón de existir de «Barnabas Initiatives» es fortalecer la vida y la misión de la comunidad cristiana de fe a base de animar y preparar nuevas empresas destinadas a revitalizar a las iglesias y a los ministerios.

​

​